¿Acaso es un ejemplo extremo? Creemos que no. La mediocridad en nombre de Jesús nos parece que es la regla y no la excepción. La enseñanza que denominamos “evangélica” en muchas ocasiones es una excelente justificativa para dormir hasta tarde, ir a la playa o ver la carrera de Fórmula 1 el domingo por la mañana. ¿Pero, será que la enseñanza de Jesús era así? ¿Será que los otros apóstoles y los profetas luchaban para mantener a sus oyentes despiertos? A los maestros les gusta echarles la culpa a sus
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